Castro das Cercas, también conocido como A Eira dos Mouros o Castro de As Quintas
Situación: As Quintas, Codeseda (A Estrada – Galicia)
X : 545.860 Y : 4.718.395 – Long : 08º26’27’’ Lat. : 42º38’57’’
Período: Edad del Hierro.
Código inventariado: GA36017018
Está formado por un terreno llano, de unos 100 metros de diámetro, elevado unos 6 metros sobre un anillo exterior que pudo haber tenido la función de foso defensivo. Entre la llanura superior y la parte baja exterior aún son visibles restos de muros de piedra que parecen pertenecer a una muralla defensiva de un metro de espesor.
Hacia las zonas más cercanas al cauce de los dos ríos que lo flanquean (zonas norte y sur) existe un gran desnivel que sin duda también contribuía a fortalecer la seguridad de sus pobladores.
Durante el siglo XX la zona central fue objeto de un intenso aprovechamiento agrícola y, el foso, usado como camino de acceso a las fincas próximas.
Las fincas cercanas muestran una toponimia que le hace referencia: Castro Lourenzo, Socastro, Castro de Arriba y Castro de Abajo. La zona interior es conocida como A Eira dos Mouros.
En 1938, Jesús Romar Castro, mientras preparaba la zona para el cultivo quitando las piedras que estaban mezcladas con la tierra, encontró una con forma rectangular de unos 40×30 cm. que presentaba unos interesantes trazos grabados en su superficie. Ante tan interesante descubrimiento, en lugar de apilarla con las demás, tuvo la buena idea de llevársela a casa, donde la conservó como elemento decorativo.
Posteriormente fue depositada en el Museo de Pontevedra, lugar en el que aún se conserva hoy en día.
Los gravados rupestres que presenta son especialmente valiosos por haber sido hallados en un castro, lo que asocia los petroglifos y la cultura castreña, aunque no sepamos si esa era su ubicación original o en algún momento de la historia fue trasladada hasta allí desde otro lugar.
También están documentados los hallazgos de dos piedras pertenecientes a un molino de mano romano. Una de ellas es la denominada meta, que tiene como misión hacer de soporte inferior estático para que rote sobre ella la otra también encontrada, denominada catillus, que con su moviento aplasta el grano y lo muele.
Otro descubrimiento realmente sorprendente fueron las dos hachas planas y los dos puñales de empuñadura de remaches encontrados casualmente en el año 1951. El conjunto de piezas fue entregado al Museo de Pontevedra y expuesto en varias ocasiones.
Los puñales y las hachas son de bronce y contienen sobre un 10% de estaño. Están datados sobre los años 1500 o 1400 a. C.
En el lado NE se habla de la existencia de una estrecha cueva que se adentra hacia el interior del castro.