El culto a las fuentes
Desde la antigüedad el hombre rindió culto al agua. Esta tanto se utilizaba, para purificar como para bendecir. Fueron los romanos los primeros en dar culto al agua, anualmente las fuentes eran veneradas con ceremonias donde se depositaban, flores, monedas y se quemaban esencias aromáticas.
En la actualidad rendimos pleitesía al mundo del agua. Fuentes veneradas con santos, exvotos, velas, monedas. Tenemos la fuente de las platerías de Santiago a la que se arrojan monedas, lo mismo ocurre con la de San Andrés de Teixido en A Coruña, y un largo etc.
La tradición nos dice que si una mujer desea quedar embarazada debe bañarse en la playa de las nueve olas en La Lanzada- Sanxenxo. Los peregrinos cuando se hayan cerca de Santiago se lavan en el río Labacolla, para sentirse limpios por fuera y puros por dentro. En la fuente de San Blas de Monteagudo- Codeseda, una pequeña escultura tallada del referido santo, preside la fuente, donde los fieles recogen agua, para curar dolencias y males de garganta en el día de su veneración.
En la mitología la ninfa de las fuentes es Egeria, que vivía en el santuario de Nemi. Egeria era amante de Numa Pompilio, segundo rey de los siete reyes legendarios de la antigua Roma. Le habían sido dictadas las sabias leyes romanas en el bosque sagrado. Inspiraba a Numa en sus resoluciones. A la muerte de este rey, tan desconsolada se hallaba y tantas lagrimas derramó que se trasformó en una fuente.
Las ninfas de las fuentes tienen figura de bellas doncellas, con cabellos de oro y túnicas blancas. Se ocultan en la vegetación frondosa de las fuentes y entre las rocas donde brota el agua. Es posible ver una de estas deidades de las aguas por el alba el día de San Juan.
La parroquia de Codeseda tiene un amplio abanico en lo referente a las fuentes, mostrándonos un amplio catálogo artístico en sus construcciones. Desde una rústica fuente a otras de gran belleza.
Son las fuentes las que nos dan la bienvenida al llegar a cualquiera de los lugares que conforman la parroquia, por norma general se encuentran ubicadas en una pequeña plaza, o a la entrada o salida del pueblo. De estas brota un agua, cristalina que nos invita a beber tan apreciado liquido cuando la sed hace mella en nuestro organismo.
Nuestra intención al redactar estas líneas es hacer una breve historia de las fuentes de Codeseda, para dar a conocer, nuestro patrimonio artístico y cultural.
Texto elaborado por Luís Manuel Ferro Pego
Febrero de 2008