EL PAZO O CASA DE MONTEAGUDO – GENEALOGÍA
ASCENDENCIA DE Dª JUANA PERRUA VAAMONDE
Dª Juana, la mujer de D. Gonzalo, pertenecía también a una familia hidalga. Su padre, D. Francisco Perrúa Valdivieso era, como D. Gonzalo, regidor y vecino de Padrón, escribano en la jurisdicción de Quinta, e hijo de Francisco Perrúa y Catalina Díaz de Valdivieso, vecinos de Finisterre al igual que sus abuelos Diego Díaz de Valdivieso, escribano en Santiago a comienzos del siglo XVII, y Catalina de Perrúa.
D. Juana tenía un tío paterno, D. Fernando Perrúa Valdivieso, que era cura en Villestro, (R.A.5050/7), y otro tío, D. Juan Díaz de Perrúa, que fue Familiar del Santo Oficio de Inquisición del Reino de Galicia.
El apellido aparece en estos momentos como “Perrúa”, una vulgarización de Porrúa, que es como aparecerá en años muy posteriores. Se trata de un apellido toponímico, que hace referencia al pueblo asturiano de Porrúa y de donde era originaria la familia.
D. Francisco Perrúa Valdivieso se había casado con Ana Yáñez Vaamonde, quien pudiera estar ligada a la familia de un cardenal y racionero de la catedral, Fernando Yañez Vaamonde, muerto en 1639, y cuya familia vivía por tierras de Mesía y Xanceda. (Precisamente un heredero del racionero, D. Pedro, tenía una hija llamada Ana Yañez Vaamonde, que en 1652 era considerada menor de edad).
Tuvieron por hijos a:
1.- Diego Díaz de Perrúa Vaamonde, que vivía en Cee. Aparece como testigo en Codeseda en un documento por el que su cuñado Gonzalo compra los derechos de unas sepulturas dentro de la iglesia parroquial, como ya hemos dicho, así como en algún otro pleito. Su descendencia continúa por tierras de Finisterre, como se puede ver en pleitos del siglo XIX.
2.- Dª Francisca Perrúa Vaamonde, que casará en los Muros, parroquia de san Pedro de Parada con Pedro Rodríguez Leira y Castro, hijo de Juan Rodríguez Leira e Isabel do Campo.
D. Pedro Rodríguez Leira vendió a su suegro D. Francisco Perrúa Valdivieso el 22 de octubre de 1665 los bienes de Domingo Fuentes escribano y vecino de Santiago, a
saber, rentas por valor de 800 ducados, en los lugares de Parada, Ribela, Santa Cristina de Vinseiro, Godoi (Vinseiro), Nigoi y Cimáns (Tabeirós). Estas rentas serán dejadas en testamento a favor de sus hijas.
3.- Dª Juana Perrúa Vaamonde, objeto de esta digresión.
DESCENDENCIA DE D. GONZALO DEL VILLAR MONTEAGUDO Y Dª JUANA PERRÚA VAAMONDE
D. Gonzalo y Dª Juana tuvieron por hijos a:
1.- D. Federico del Villar Perrúa Vaamonde, nacido sobre el año 1679, fue cura en Villestro, parroquia que había regido su tío paterno D. Fernando Perrúa. Vivía en Santiago en la calle de las Huertas, en el barrio del Gaio de Extramuros, donde su prima María Perrúa, mujer de José Fernández, lo atendía. Hizo testamento y su legítima la añadió al vínculo de su hermana Casilda y dejó como sucesor a su sobrino Ramón. Cuando murió tenía con él un bolsillo con 50 doblones de sesenta reales cada uno. Sus dos cuñados Mauro y Francisco se repartieron tras su muerte el dinero y alhajas que había en la casa. Fue enterrado en Santiago el 9 de agosto de 1719 en la capilla de la Soledad de la iglesia de Santa Salomé, junto a sus padres.
2.- Agustín del Villar Perrúa Vaamonde fue capitán de un regimiento de granaderos, y propuesto en 1705 para sargento mayor en uno de los ocho tercios de infantería. No aparece en el testamento de sus padres en 1710, por lo que debió morir poco antes, lo que movería a sus padres a hacer el testamento a favor de sus hijas.
3.- Dª Casilda del Villar Perrúa Vaamonde, (que sigue)
4.- Leonarda del Villar Perrúa Vaamonde, que casa con Mauro Pérez Perrúa, de Cee, donde vivieron. El era hijo de Francisco Pérez Perrúa, familiar del Santo Oficio, y de Catalina Bermúdez de Castro. Sus abuelos paternos eran Francisco Pérez y María Alonso de Perrúa (En unos documentos familiares aparecen estos como sus padres) y sus abuelos maternos García Lois de Lema (de Berdoias) y de Lorenza Bermúdez (de Torre de Penela). La herencia de Mauro se la llevó una hija que tuvo fuera del matrimonio.
Tuvieron dos hijos: Félix, muerto en 1782, y Leonardo, que murió entre 1785 y 1786, ambos sin sucesión. Leonarda a su muerte, entre otras cosas, había dejado a sus hijos 50 libras gallegas en plata.
Dª Casilda Del Villar Perrúa Vaamonde, con una dote por valor de 3.500 ducados (2.000 en bienes raíces y el resto en dinero), es prometida en Santiago por sus padres mediante un documento de fecha 25 de diciembre de 1701, para casarse con D. Francisco Antonio Ballesteros Castro, regidor de Santiago. La boda tuvo lugar en Codeso el 6 de junio de 1704, cuando ya tenían una hija de año y medio, Juana Lucía Agustina.
D. Francisco era hijo del capitán Luis Ballesteros del Mazo Pimentel y de Agustina Baltasara González Castro y Tineo, difuntos, que habían vivido en el Balado (Ardesende) de la parroquia de santa Eulalia de Codeso (Boqueixón), y nieto de Antonio Ballesteros Del Mazo y de Leonor Pimentel Ribadeneira, del pazo de S. Xulián de Laíño (Dodro). El 26 de setiembre de 1710, en Santiago, Gonzalo del Villar y Juana Perrúa hicieron mejora de tercio y quinto de todos sus bienes con gravamen de vínculo a favor de sus dos hijas y facultad a D. Federico para que pudiese añadir su legítima a una u otra parte, -y lo hizo según testamento en la persona de su sobrino Ramón, hijo de Casilda-, y con las cláusulas habituales para poder heredar: “que los sucesores de esta mejora sean varones o hembras no han de casarse con varón o hembra que sea notado de descendientes de judíos, moros o herejes, ni reconciliados ni nuevamente convertidos aunque sea con el transcurso de milésima generación y baste para prueba de cualquiera de estos defectos la pública voz y fama del pueblo o parte de el o las declaraciones de dos testigos que declaren de dicha fama y la tengan en la república ni tampoco han de poder casar con descendientes de persona que haya tenido oficio vil en la república hasta los bisabuelos o hayan sido gafos (leprosos) y estén dotados de tal en ella”.
En los años 1713-16, D. Francisco Ballesteros tuvo un pleito sobre el mayorazgo vacante de su tío D. Diego Ballesteros Del Mazo Pimentel contra Antonio, quien tomó el apellido Ballesteros al empezar el pleito, y que era hijo de María de Agrafoxo, soltera, y al parecer de D. Diego. Como el pleito llegó a su última instancia, a Valladolid, Francisco pidió a su cuñado D. Federico varias cantidades de dinero en cuatro ocasiones, cuya suma importaba 20.000 reales. Al morir D. Federico, su madre que quedó heredera en primer lugar es quien cobra la deuda, quedando atestiguado mediante documento el 23 de noviembre de 1720 ante un escribano, aunque más tarde su hijo Ramón Ballesteros reclamará esa cantidad –al hacer las partijas con sus hermanos- pues dice que le corresponde por ser el heredero de Federico, y que su padre “ocultó este desfalco”, así como la mitad del dinero de una venta hecha por su tío Mauro y su padre Francisco por valor de 1000 reales de una dehesa llamada Golpilleira, en Villestro, citada en el testamento de D. Federico como de su propiedad.
El 28 de abril de 1722 las dos hermanas (con sus maridos) hacen partijas tasadas de todos los bienes por valor de 177.285 reales (dotes incluidas). Por lo que D. Francisco, como marido de D. Casilda, recibe la casa principal de Monteagudo y sus anejos, propiedades en la Insuela (casa, dehesas y molino), casa de Nigoi y anejos, foros de Ribela, Parada, Nigoi, Santaballa de Pardemarín, Vinseiro, Tabeirós y Ponte-Ulla, así como los 6.500 reales de la dote y las alhajas que había en la casa de Codeseda.
D. Francisco en su testamento dice que gastó mucho dinero por un pleito de su suegro D. Gonzalo contra el prior de los religiosos de San Agustín ante el tribunal de la Inquisición, así como en arreglar la casa de Codeseda.
Dª Casilda del Villar Vaamonde, (que sabe firmar, cosa poco habitual entre las mujeres), y Francisco Ballesteros Castro, vivían en Codeso donde tuvieron varios hijos:
1.- Juana Lucía Agustina que nació seguramente a comienzos de 1703, fue bautizada en la parroquia de santa Susana en Santiago y murió en Codeso el 18 de agosto de 1726, a los 22 años.
2.- Agustín Ballesteros Villar (que sigue)
3.- Manuela Antonia Ballesteros Villar, que nació en Codeso el 23 de diciembre de 1709 y murió soltera el 12 de octubre de 1752 en Codeso.
4.- Andrés Marcos, que nació en Codeso el 6 de julio de 1710 y murió a los 16 años el 8 de setiembre de 1726, es decir, veinte días más tarde que su hermana Juana.
5.- Gonzalo Martín Raimondo que nació en Codeso el 12 de enero de 1715. Había muerto cuando su padre hizo el testamento.
6.- Ramón Antonio Ballesteros Villar (que sigue)
7.- Demetria Leonarda Ballesteros Villar que nació en Codeso el 21 de junio de 1717 y murió soltera el 18 enero de 1753 en Codeso.
Murió Dª Casilda el 31 de julio de 1734 y D. Francisco el 22 de noviembre de 1750, quien había hecho testamento el 9 de setiembre de 1743 en Santiago dejándolo cosido y cerrado. Fueron enterrados ambos en la iglesia de santa Eulalia de Codeso.
SUCESORES DE Dª CASILDA DEL VILLAR Y FRANCISCO BALLESTEROS
Agustín Ballesteros Villar, nacido sobre 1707 seguramente en Codeseda, vivía con su padre en la casa nueva de Ardesende, mientras que en la casa vieja que estaba al lado vivían las dos hermanas solteras, Manuela y Leonarda. Por otra parte, Ramón vivía en Codeseda y por temporadas en Santiago. Tras la muerte de su padre las dos hermanas piden hacer las partijas de la herencia. Se nombraron unos hombres buenos para que las hiciesen pero por culpa de D. Ramón no se llega a un acuerdo, por lo que acuden ante la Justicia. Poco después ellas se mueren sin que se hubiese hecho el reparto, Manuela sin testamento y Leonarda dejando todo para su hermano Ramón en testamento ante Andrés Isidoro Lamas.
En el pleito que estaba abierto por las partijas, Ramón acusa a su hermano de demente, pues tenía ataques epilépticos que entonces se le llamaba “gota coral”, por lo que pide hacerse cargo de toda la herencia materna y paterna. También lo acusa de dejar que se deteriorase su hacienda, si bien parece que era el propio Ramón quien soltaba ganado caballar en las fincas de Agustín para que se comiesen las viñas. Por su parte, Agustín acusa a su hermano de entrar en su casa el día en que murió su padre, aprovechando que él había salido a Santiago, y robar la plata y papeles que estaban en un arca, violentando la cerradura y luego dejándola como si no la hubiese forzado. Es más, cuando salió de la casa llamó al mayordomo y criados para que comprobasen que no se llevaba nada, por lo que Agustín dice que es culpable ya que “si te excusas de algo que no te pidieron, te acusas”.
D. Francisco en su testamento dejó legítima y tercio a sus hijas a repartir, así como las ropas y alhajas que tuvieren. A Ramón que se quede con lo de Codeseda pero dando a sus hermanos ciertos ferrados de renta segura, y a Agustín para que se quede con el vínculo le pide que se haga cargo de la deuda contraída por él, a causa del pleito que tuvo ante la Inquisición con el convento de san Martín por el trueque que se había hecho por la casa y bienes del Valado a cambio de otros bienes en Xallas (Sta Cristina de Marcelle), que había heredado de su padre D. Luis.
Agustín tuvo de soltero una hija, Mª Antonia Luisa, de Dª Josefa Bustillo Guinarte, hija de José y Elena, vecinos de Sabucedo. Seguramente Dª Josefa fue durante veinte años la criada de D. Agustín, pero luego se casaron el 5 de setiembre de 1754. En su testamento del 8 de octubre de 1754, Agustín reconoció a Mª Antonia Luisa como hija y legítima heredera. Muy poco después, el 24 de marzo de 1755, Mª Antonia Luisa Ballesteros Bustillo se casó en Codeso con Rafael Antonio de Villa y Neira, hijo de Alejandro de Villa y de Josefa Rey y Neira, vecinos de santa Mariña de Sucira, y será éste quien continúa el proceso judicial contra Ramón Ballesteros. Agustín murió el 18 de enero de 1758, siendo enterrado en sepultura dotada en la iglesia de Codeso.
Rafael y Mª Antonia, entre 1755 y 1768, tuvieron varios hijos: Rafael, Mª Antonia, Agustín, Manuela, Josefa Antonia, Pedro Antonio, Mª Josefa y Alejandro Manuel Antonio de Villa Ballesteros.
D. Ramón Ballesteros Castro Villar y Pimentel, había nacido sobre el año 1716 seguramente en Codeseda, y con unos 62 años contrajo matrimonio en Codeseda el día 30 de agosto de 1778 con Dª Ana María Vaamonde y Cortes, de 19 años, que había nacido en Codeseda el día 2 de marzo de 1759, hija de D. Enrique Vaamonde y de Dª Luisa Cortes.
D. Ramón de soltero vivía ya en la casa de Monteagudo como propietario de ella y de las tierras que habían pertenecido a su madre Dª Casilda, así como lo que le correspondió por la herencia de su tío Federico, con el beneplácito de D. Agustín, su hermano primogénito, y de su padre D Francisco, por lo que se supone que así se había estipulado entre ellos.
D. Ramón, que a veces también se dice que es vecino de Santiago, pasó a vivir en Codeso tras la herencia que recibió de su hermana Leonarda, aunque alternando temporadas en Codeseda. Hizo testamento de su puño y letra, tal como consta en la partida de defunción, dejando entre otras voluntades, cinco mil reales para la capilla que había hecho junto a su casa en el Valado, en Codeso (Boqueixón). Dejaba mejorado en tercio y quinto a su hijo primogénito D. Pedro Ramón Antonio Liborio, que fallecería a la edad de 11 años.
Se produjo el óbito de D. Ramón el día 23 de mayo de 1784 en su casa del Valado. Dª Ana María volvió a contraer nuevas nupcias con el Licenciado D. Julián Francisco Seoane, y en su testamento dejó repartidos sus bienes entre sus dos hijos, Manuel y Alejandro, y entre otras voluntades el ser enterrada junto a su primer esposo, en la sepultura que se encontraba junto al coro. Falleció Dª Ana el día 11 de marzo de 1822 en Codeso.
En 1788, contra Dª Ana María Vaamonde había puesto pleito Rafael Antonio de Villa y Neira, marido de la ya mencionada Dª Mª Antonia Luisa Ballesteros Bustillo, porque Dª Ana pretendía quedarse con el vínculo que había correspondido a Dª Leonarda del Villar Porrúa en tierras de Padrón y demás, por haber muerto sus hijos sin sucesión. Los argumentos de Dª Ana eran que Mª Antonia Luisa había nacido fuera de legítimo matrimonio, y además D. Federico, hermano de Dª Leonarda dejó su herencia a D. Ramón Ballesteros y por último, éste era el propietario del vínculo de Codeseda y lo lógico era que se unieran ambos vínculos. El resultado sin embargo fue que Dª Ana perdió el pleito primero en A Coruña y luego ante la Cancillería de Valladolid.
Tuvieron por hijos:
1.- D. Pedro Antonio Ramón Liborio Ballesteros Vaamonde, que nació el 29 de junio de 1779 y murió el 2 de noviembre de 1790 en Codeso.
2.- D. Manuel Miguel José Enrique Ballesteros Vaamonde (que sigue)
3.- D. Alejandro Francisco Manuel Silvestre Ballesteros Vaamonde, que nació el 19 de abril de 1783 en Codeso y murió el 25 de setiembre de 1848 en el pazo de Ribela (A Estrada).
D. Manuel Ballesteros Vaamonde, natural de Codeso, bautizado el día 26 de diciembre de 1780, contrajo matrimonio en Ribela el día 8 de enero de 1825, con Dª Juana María Cayetana Gil Otero, nacida en Ribela (A Estrada) el 18 de abril de 1802, hija de D. José Gil Taboada, vecino de Ribela, (familiar del obispo de Lugo y Arzobispo de Santiago D. Cayetano Gil Taboada y del obispo de Osma y Arzobispo de Sevilla D. Felipe Gil Taboada) y de Mª de las Nieves Otero Leira, perteneciente a la casa de los Muros en Parada (A Estrada). Tanto una familia como la otra tenían empleo de caballeros, según consta en su partida de bautismo.
D. Manuel fue alcalde de Boqueixón en tiempos del general Espartero de 1841 a 1842 y de nuevo entre 1854 y 1856.
El matrimonio reside en el lugar de Ardesende en Santa Eulalia de Codeso, en donde fallecen Dª Juana a la edad de 41 años el día 6 de octubre de 1843 y D. Manuel el día 27 de marzo de 1883, personaje longevo, ya que alcanzó la edad de 102 años. Hizo testamento ante D. Manuel Vázquez Taboada, notario del distrito de Arzúa, el día 18 de noviembre de 1853. En su testamento confiesa hallarse poseedor del mayorazgo fundado por D. Gonzalo del Villar y su esposa Dª Juana Porrúa al que es perteneciente la casa de Monteagudo en San Jorge de Codeseda, y lo más que resulta de dicha fundación. Y por parte de su madre, también hereda un vínculo fundado por el capitán D. José Vázquez Vaamonde, sito en el antiguo Coto de Codeseda.
Tuvieron por hijos:
1.- D. Antonio Francisco Manuel Alejandro del Socorro. Nació en 1827 y murió soltero el 18 de junio de 1895.
2.- D. José Mª Cayetano, nacido el 29 de julio de 1828, abogado, que casó con Mercedes Casal Rodríguez, nacida el 12 de octubre de 1852, de Sardiñeiro (Corcubión), y cuya abuela paterna era María Figueroa Porrúa, familiar de los Porrúa que vimos al principio de esta investigación. Tuvieron seis hijas, de las cuales todavía hay descendientes en la comarca de Corcubión y de A Coruña: los Sendón Ballesteros, Castro Ballesteros, Ramón Ballesteros, etc.).
3.- D. Alejandro Ramón, nacido en 1829.
4.- Dª Josefa Ramona, nacida en 1830, murió soltera el 30 de octubre de 1918.
5.- D. Manuel de Jesús y María, nacido en 1833, cura de Saiar (Caldas de Reis) .
6.- Dª Teresa, nacida en 1837. Murió soltera.
7.- Dª Dolores, nacida en 1839. Murió soltera.
8.- D. Vicente Fernando Ballesteros Gil (que sigue)
D. Vicente Ballesteros Gil, nació en Santa Eulalia de Codeso, Boqueixón, el día 28 de mayo de 1840 y fue bautizado al día siguiente, siendo sus padrinos D. Alejandro Ballesteros Vaamonde, tío paterno, y su esposa Josefa Gil, tía materna, vecinos de Santa Eulalia de Codeso. Contrajo matrimonio con Manuela Ramona Felisa Antonia Pía Fernández Ferrer, bautizada el 24 de noviembre de 1859 en la parroquia de Sta. Mª de los Ángeles de San Vicente de la Barquera (Santander), hija de D. José Fernández Mosquera, doctor en medicina y de Dª Luisa Ferrer Ibáñez, vecinos de la Barquera y naturales de Santiago. Dª Manuela era nieta por vía paterna de D. Manuel Jacobo Fernández Mariña, de Sta Eugenia de Ribeira, y de Dª Josefa Mosquera Taboada, de Caldas de Reis, y por vía materna de D. José Ferrer Varela, natural de Santiago, y de Dª María Ibáñez de Andrés García, natural y vecina de Santiago.
D. Vicente ejerció de abogado y residían en Caldas de Reis, si bien eran los dueños de la casa de Monteagudo, seguramente por herencia, ya que su hermano mayor Antonio murió soltero y José María heredó las posesiones de Codeso.
Tuvieron por hijos:
1.- Dª María de la Asunción Luisa Josefa Ramona y Patricia Ballesteros Fernández, que nació en Caldas de Reis el 16 de marzo de 1887.
2.- Dª Carmen Ballesteros Fernández, nacida en Caldas de Reis el 23 de marzo de 1890.
3.- Dª Pilar Ballesteros Fernández.
4.- D. José María Manuel Ballesteros Fernández (que sigue)
D. José María Manuel Ballesteros Fernández, nacido en Caldas de Reis el día 28 de febrero de 1899, contrajo matrimonio en Corcubión, el 17 de julio de 1934 con su prima Dª Carmen Castro Ballesteros, nacida 13 de octubre de 1899 y natural de Corcubión, hija de D. Jesús Castro Rey y de Dª Consuelo Ballesteros Casal vecinos de Corcubión, y nieta por línea paterna de Domingo Castro y Concepción Rey y nieta por línea materna de José Mª Ballesteros Gil y Mercedes Casal Rodríguez. De este matrimonio no quedó descendencia.
D. José María era doctor en medicina, fundador del sanatorio de la Merced de Santiago, ingresó el día 1 de enero de 1922 en la Cofradía del Rosario de Santiago de Compostela, a la que la familia Ballesteros pertenecía ya desde 1600, es más, en 1628 Mateo Ballesteros del Mazo compró por 500 ducados un nicho dentro de la capilla de la Cofradía, donde ya estaba enterrado su padre, D. Antonio Ballesteros del Mazo Rubalcava.
D. José María construyó en la casa de Monteagudo una puerta en la pared norte bajo el escudo y en el dintel de la misma hizo grabar sus iniciales: J. B. F.
Y delante del pazo con la colaboración del ayuntamiento levantó una nueva fuente, con lavadero y abrevadero, que estaría timbrada de una imagen tallada en piedra con la efigie de San Blas. La fuente que mandó construir D. José María está ubicada bajo la muralla en la cara norte y fue construida por el maestro cantero D. José Picallo Souto y su hijo José Picallo Picallo. Este último labró la imagen de San Blas que hay sobre la fuente, así como otra imagen del mismo santo tallada en madera que se custodia en la ermita.
Falleció D. José María en su casa en la calle de la Virgen de la Cerca, de Santiago, el día 20 de febrero de 1945, siendo enterrado en el cementerio de la Real e Ilustre Cofradía del Rosario de esta ciudad.
Su esposa, Dª Carmen, pasó por venta sus posesiones en Codeseda (bienes y pazo de Monteagudo) al Seminario Conciliar de Santiago de Compostela, según escritura realizada ante el abogado y notario del Ilustre Colegio de A Coruña D. José María Álvarez Martínez-Taladrid de fecha 7 de octubre de 1948. Luego ingresó en el convento de las Madres Reparadoras, primero de novicia en Madrid, pasando luego a Santander y finalmente en Valladolid, donde fallecerá el 25 de setiembre de 1982.