Los Reyes Magos no han llegado a este milenario territorio, pero lo hacen con la satisfacción de haber descubierto que, en realidad, la causa de que no hayan llegado es que no se habían ido: llevan varios siglos habitando en lo alto del campanario.
Durante el transcurso de los trabajos de investigación llevados a cabo por la Asociación Codeseda Viva a principios del mes de diciembre en compañía de dos arquitectos, fueron localizados diferentes elementos pertenecientes a la iglesia románica original y a sus fases posteriores, entre los que cabe destacar un tímpano (dintel en forma de medio arco) con una elaboradísima figura de un carnero (Agnus Dei) y dos aras de aproximadamente 2,5x1m con bajorelieves que representan una adoración de los Reyes Magos (epifanía) de excelente labra, de factura similar a la existente en la iglesia de Pedre.
Ambos elementos habrían sido reaprovechados como balaustrada posterior del campanario cuando se reconstruyó la fachada principal.
Mención aparte merece el descubrimiento de varios relieves y marcas pertenecientes a la conjunto monástico original, entre los que destacan dos conchas de vieira (veneras) flanqueando una cruz primitiva sobre uno de los pasos que comunicaban el primitivo monasterio con el atrio de la iglesia.
Estos símbolos de peregrinación recuperan la memoria del paso de un camino de peregrinación a Compostela, cuyas piezas encajan, a la vista de estos hallazgos, como un magnífico puzzle que clama por ser reconstruido.
A su luz, las conchas existentes en la actual fachada de la iglesia y en el propio escudo de A Estrada cobran un nuevo significado.
Estos indicios confirman y refuerzan la tesis del profesor Cabeza Quiles quien, en sus estudios toponímicos, ha venido documentando reiteradamente la importancia de Codeseda como punto de convergencia de caminos de peregrinos y arrieros que, con diferentes orígenes (Chaves, O Ribeiro, Pedre, Campolameiro…) se unían en Codeseda para internarse en tierras de Tabeirós camino de Compostela.