Corría el año de mil ochocientos ochenta y tantos, y nuestro R Prelado hacía su primer visita á la parroquial de Codeseda, á tiempo que se seguía en la obra destructora de derribar el ábside como se había hecho con otra parte de la Iglesia.
Nuestro Prelado, amante de las obras de arte, viendo que se trataba de una maravilla del arte románico, que algún inteligente calificó como el más hermoso ejemplar español, dio orden de suspender esta tarea.
Pensóse más tarde por el nuevo párroco en la restauración de toda la iglesia, y el Sr. Souto Carbon á quien se deben las nuevas obras, que no cejó hasta verlas terminadas, encargó al señor López de Rego el proyecto y planos, y de la ejecución de la parte artística y escultura, al mil veces laureado y universalmente conocido por sus trabajos religiosos, Sr. D. Maximino Magariños.
El Sr. Magariños restauró los altares laterales, y todo el interior del ábside cuyos ventanales cubren hoy hermosas vidrieras de colores, de la fábrica de Balinage de Leon.
Pero en lo que puso todo su amor, cariño y entusiasmo fué en el altar mayor en el que desde el frontal de la mesa del altar hasta la cúpula coronada con el Cordero y la Cruz, hay sin número de hermosos detalles románicos que revelan lo mucho que estudió y estudia al Maestro Mateo.
Muchas son las felicitaciones que ha recibido el Sr. Magariños por esta nueva y delicada obra, a las que debe unir la nuestra y sincera, como igualmente al Párroco á quien están agradecidos los feligreses de Codeseda por dichas obras.
El Eco de Santiago : diario independiente: Año XVI Número 9104 – 1911 Noviembre 20