los honrados labradores y más clases industriosas están penetrados de las doctrinas tortuosas de la sedición, no les mueven las ofertas de cantidades de enganche para atraerlos á sus banderas de rebelión, ni el porvenir venturoso que tanto blasonan; no les da aliento el ver a los malos, clérigos ceñir el cuchillo parricida: están convencidos de que se les quiere comprar como al judío,
y a costa de su sangre conservar intactas sus regalías y ejercer el más atroz despotismo: si, ya saben el honrado labrador y el juicioso artesano gallego, que a los que pelean por Carlos V los es indiferente que este reine , ó reine en su lugar el último ente del África; sus rentas, sus prebendas, su poder, su voluntad no interrumpida son las que quieren conservar ilesas aunque sea bajo el reinado del más miserable gañán.
Villagarcía de Arosa (Galicia) 18 de mayo de 1835. Si algunos chispazos mas ó menos fuertes se han observado en este suelo gallego, para cambiar la paz en una bochornosa guerra civil, promovidos por los encargados do concertar la paz , todos han desaparecido como el humo: el pueblo gallego, por naturaleza pacífico , está identificado con sus obligaciones;
Ese Carlos, a quien invocan con tanto afán , sería perseguido, asesinado y se borraría de las páginas de la historia su nombre, si no les permitiese el curso extenso de sus ideas y potestad civil; así es, así lo tienen por práctica los pueblos; los ofrecimientos que del año de 821 al 23 han hecho desde los sitios más sagrados, ¿qué han sido sino persecución y exterminio en el momento en que han logrado derrocar el gobierno que S. M. había aptado para bien de los pueblos.
Por Carlos V se refieren a Carlos María Isidro de Borbón (Aranjuez, 29/03/1788 – Trieste, 10/03/1855), infante de España, segundo hijo de Carlos IV y María Luisa de Parma, hermano de Fernando VII.
De 1808 a 1814 fue prisionero de Napoleón en Francia. En 1814 volvió a Madrid y en septiembre de 1816 se casó con su sobrina María Francisca de Portugalla, infanta de Portugal, hija del rey Juan VI de Portugal y de Carlota Joaquina de Borbón (su hermana). Posteriormentecontrajo matrimonio con María Teresa de Braganza, Princesa de Beira, hermana de su primera esposa y con quien no tuvo descendencia.
Prueba del convencimiento. Ese cabecilla Lopes , que después de más de un año subsiste en el más miserable estado, , ¿en todo este tiempo pudo pasar más allá de 50 hombres de fuerza , entre los cuales se contaron algunos colocados sobre unos malos jacos? Hemos visto que con el presente mes estaba dispuesto estallar una facción casi general en toda Galicia , compuesta de proletarios , hombres viciosos , encamados, niños sin experiencia , y amantes los más de la rapiña: tales son las columnas del gobierno que nos quieren dar muchos de los encargados por Jesucristo para dirigir las conciencias y promover las virtudes : para probar cuanto queda dicho bastará una sucinta noticia de lo acaecido en este valle de Salnés , provincia de Pontevedra : supo el comandante de la sección de Urbanos de Villagarcía el día 30 de abril último, que el cura párroco de Santa María de Paradela, estaba erguido comandante de la facción , que debía haber estallado el 26 del mismo, en los montes de Baronda (términos del partido judicial de Caldas de Reyes) en unión con la que iba á mandar el canónigo de Santiago Grostidi, y que no habiendo podido hallar aun reunido a este en dicho punto, por falta de los de su pelotón , tuviera que retirarse con los suyos á sus respectivos hogares el cura de Paradela, en unión con el comandante general de ambas partidas, que es un capitán de realistas y vecino de la parroquia de Paradela, con deliberado ánimo de volver al punto de la Baronda la noche del 2 del actual: penetrado de todos estos acaecimientos el comandante de la sección de cazadores Urbanos de Villagarcía ofició á las nueve y media de la noche del dia 1º del actual con los de los Urbanos de Villajuan , Villanueva y Cambados, invitándoles que á las tres de la mañana del 2, si es que se habla de evitar la guerra civil de este suelo que por momentos iba á estallar, debían hallarse con todas sus respectivas fuerzas armadas y municionadas, en el punto de Puente Buelas, á donde él saldría con la suya.
La reunión de estas fuerzas, a pesar de la noche tempestuosa de truenos y lluvia , tuvo efecto «n tu totalidad a las cuatro, y de acuerdo con el comandante de Villagarcía se dividieron en dos columnas, y sin detenerse marcharon á los puntos acordados , y efectivamente pudo lograrse la aprehensión de Martínez, el comandante, y otros tres, después de haber aquel hecho fuego a la tropa: se le han cogido sus armas y en otras casas contiguas, una arca de pólvora, piedras de chispa, puñales y algunas armas, y una carta de Grostidi, librando 6000 rs. para cananas. Martínez fue fusilado en la capital (Pontevedra) el día 7 del actual, el cura de Paradela fue arrestado.
Los Urbanos, después de la captura de estos reos , siguieron recorriendo el partido , y aun saliendo de él á largas distancias; los de Villagarcía procediendo á varios registro» de casas y bosques por las armas destinadas a la facción, que algunas de ellas con pequeño número de balas y piedras de chispa , han cogido en un santuario ó capilla de S. Benito de Lantaño, arrestando a los que resultaban cómplices ya por catequizadas, ya por estar inscritos en la facción , en la que estaban algunos presbíteros alistados de sargentos y oficiales ¡qué en el día están arrestados ! de suerte que la exactitud con que la Milicia Urbana de esta ribera se ha reunido y ha operado, causó al malvado el mayor terror. La sección de Villagarcía salió á las once de la noche del 9 en unión con una partida de la de Villajuan, en virtud de oficio del alcalde mayor de Caldas, dirigido al comandante de dicha Milicia (de Villagarcía) en el que le comunicaba la aparición de una facción en aquel partido , y le pedía el auxilio de 40 hombres. A las seis de la mañana del 10 ya estaba esta fuerza en los montes de Couzo (4 leguas de distancia) en el que se reunió i otra partida de Urbanos de Caldas , quienes en unión batieron aquellas ásperas montañas, y hubieran tenido la gloria los de Villagarcía de haber atacado la facción de Grostidi, á no ser que un clérigo de aquellos lugares puso en noticia de aquel la llegada de los Urbanos. A cosa de las once de la misma mañana se incorporó una partida de voluntarios de observación de Pontevedra (la que en el día anterior había batido la facción en aquellos inmediatos montes, cogiéndoles 25 fusiles, muchas cananas y dos caballerías) al mando del capitán D. Fernando Acebedo, y este jefe, como más antiguo y de mayor graduación , dirigió las fuerzas en cinco columnas y se registró toda la parte occidental de aquellas montañas, y noticioso de que la facción marchaba a poca distancia se le persiguió hasta que como á cosa de las seis de la tarde se tuvo noticia haberse dirigido hacia La Estrada y Codeseda sin acordarse de otra cosa que de la fuga ; y en este estado ha dispuesto dicho comandante que la tropa se desayunase , pues que se traia una jornada fatigosísima sin el más leve descanso : que los urbanos de Villagarcía y Villajuan fuesen á pernoctar á los baños de Cuntis por si el canónigo contramarchaba , y los de Caldas pasasen a ocupar el puente civil, quedando los de observación en la parroquia de Arca.
El dia 11 permaneció en Cuntis la fuerza destinada allí, y las otras siguieron en persecución de la facción que ya no han podido alcanzar; pero la persecución del día 10 y 11 hizo que el terror se apoderase del señor canónigo y fuese a caer en la parroquia de Sta. María de Rubín en manos de los valientes granaderos de Lugo y caballería de cristinos de Santiago ; el día 13 que quedasen 9 en el campo , que se aprendiesen por los mismos paisanos los dispersos y hasta el mismo Grostidi, con que dio fin la facción combinada de este con la de Martínez y cura de Paradela.
Los Urbanos del valle de Salnés no descansaron hasta ver extinguida la facción, y si los avisos del comandante de Villagarcía y la actividad de su sección no fuera tanta, fueran muchos los disturbios y la sangre que correría según los planes de los,cabecillas. Los Urbanos son el blanco de las iras del malvado, se exponen al asesinato, á que se les tenga de sobre ojo, y en fin que se les persiga í todo trance ; y esta actividad de vigilancia se apatizará si la ley no se aplica con igualdad a los enemigos de nuestra Reina y señora Doña Isabel II, pues que siendo igual eI delito la pena es igual sin respetos ni miramientos.
Isabel II de España (Madrid, 10/10/1830-París, 09/04/1904), reinó en España entre 1833 y 1868, gracias a la derogación del Reglamento de Sucesión de 1713. Este hecho provocó la rebelión del infante Carlos V que pretendía alcanzar el trono. A sus seguidores se les denominó «carlistas».