Joaquín Peixoto es entrenador de taekwondo en Braga y ha viajado por todo el mundo. Hasta por China, Singapur y Kazajistán. Pero nunca había sentido lo que está sintiendo desde el 1 de agosto recorriendo el Camiño da Geira e dos Arrieiros entre Braga y Santiago con su mujer, Vera. En la noche del sábado alcanzaron Codeseda y ayer, mientras se encaminaban hacia Pontevea para pernoctar en el camping de A Praíña, afirmaba con rotundidad que este «es el viaje de nuestra vida».
Llevan 27 años casados más 5 de noviazgo pero desde que nació su hija, hace ya 17, no habían vuelto a estar solos. Desde hace un par de años, a él le apetecía completar un camino a Santiago. No sabía cuál. Pero la recomendación de su amigo Ricardo Rocha -que completó el Camiño da Geira recientemente- le hizo decidirse. Joaquín iba a venir solo. Pero cuatro días antes de partir, Vera le confirmó que quería acompañarle. Sabían que era un camino duro pero ella es profesora de fitness. Joaquín afirma que es él quien está en peor forma, por la cuarentena. Hasta esta, apunta, ha tenido para él su lado positivo La adaptación a la nueva realidad y su mayor contacto con la familia le permitió, por ejemplo, conocer más a su hija. Esta asume estos días más responsabilidad, cuidando de los animales de la familia. Y les sorprendió durante el viaje: en su examen nacional de español obtuvo un 20, la máxima nota.
Sus padres arrastran el dolor por la muerte a causa de un cáncer del padre de Vera. Ayer hubiera cumplido años. Por eso, para ambos fue un día muy especial. Pero, más allá de ello, subrayan que el duro aunque bellísimo Camiño da Geira tiene un valor «terapéutico» . Da tiempo para reencontrarse con uno mismo y para pensar mientras se disfruta de sus impresionantes paisajes y patrimonio. A pesar de los 42 grados bajo los que caminaron algún día. Les ha permitido descubrir «gente buena y encantadora», que les devuelve la fe en la humanidad. «Yo pensaba que ya no quedaba gente así», afirma, impresionado, por ejemplo, con el cariño con el que Mari Carmen Gaspar del bar Caminho da Geira les recibió en Codeseda. Hoy esperan llegar a Santiago. Recomiendan recorrer el Camiño da Geira a quien tenga buena forma física. Es un camino que «hace milagros», aseguran.