Las tareas de acondicionamiento de la iglesia parroquial de Codeseda concluyeron en días pasados. Las obras fueron promovidas por vecinos de la zona, que realizaron una cuestión entre los habitantes de la zona. Los únicos trabajos que faltan ahora son los referidos a la restauración del altar mayor del templo,
que fue visitado ya por restauradores para elaborar el correspondiente presupuesto. Una vez se concluyan las obras, se pretende acondicionar la iglesia de A Grela y la capilla de San Blas.
La recaudación de fondos por parte de vecinos de la parroquia estradense de Codeseda se había iniciado en el último trimestre del pasado año, fijándose una cuota media de unas treinta mil pesetas por familia,
cuestación que sigue abierta en la sucursal de Caixa Vigo de la parroquia, por cuanto existen familias que depositan una cuota mensual. En fechas recientes se concluyeron en la iglesia los trabajos de limpieza de todo el moho de la piedra en el interior, así como el acondicionamiento de imágenes, peanas y confesionarios. La amplitud y altura del templo hizo necesaria la colocación de dos líneas de andamios para realizar todos estos trabajos. Al tiempo, se instalaron dos puertas enrejadas —lateral y principal—, para permitir una buena ventilación del interior del templo, evitando el deterioro del mismo en la medida
de lo posible.
Los trabajos que restan son el acondicionamiento del altar mayor, un baldaquino obra de Magariños, y que data de 1910. El Arzobispado de Santiago deberá autorizar la realización del trabajo; recientemente acudieron a Codeseda restauradores al objeto de elaborar un presupuesto, en función del cual se espera obtener una ayuda del Arzobispado.
Otros proyectos
Manuela Castro, promotora de la iniciativa junto a Anuncia Lorenzo, se refería ayer a la existencia de otros proyectos para dos templos más de la parroquia de Codeseda: la iglesia de A Grela y la capilla de San Blas. Al parecer las obras que sería conveniente acometer en A Grela, donde se venera a
Nuestra Señora de Guadalupe, afectan al pintar los altares y acondicionar la tribuna. Este templo tuvo gran importancia, con anterioridad al auge de los Milagros de Amil, con gran presencia de marineros cada 7 y 8 de septiembre, con una afamada procesión. En la capilla de San Blas, por su parte, se hace necesario pintar las imágenes de santos.
Noticia de La Voz de Galicia 09/05/1996