ticia de Rocío García publicada en la Voz de Galicia el 11/08/2019
El Camiño da Geira o de los Arrieiros -que parte de Braga y atraviesa Soutelo de Montes, Codeseda y A Estrada para avanzar hacia Santiago por Pontevea- está en plena expansión. En su estreno en el año 2017 pasaron por él un centenar de peregrinos, en el 2018 lo hicieron 200 y, en lo que va de 2019, los cálculos apuntan a que ya han pasado por esta ruta de peregrinación unos cuatrocientos caminantes. Son estimaciones de la asociación Codeseda Viva, el colectivo que más ha luchado por la promoción y reconocimiento de esta ruta.

Peregrinos en Codeseda
Entre los logros que ha conseguido está el reconocimiento del camino como ruta jacobea por parte de la Iglesia. Según explica Carlos da Barreira, desde la creación del Camino Francés, esta es la primera vez que el Arzobispado reconoce una ruta antes que la Xunta. Desde el siglo IX ya hay constancia de la existencia de conchas de vieira grabadas en la roca al paso del Camino. No obstante, la ingente documentación presentada sobre el tránsito continuo de peregrinos desde el siglo XV es lo que ha animado al Arzobispado a reconocer la ruta. Este reconocimiento llevado a cabo el 28 de marzo implica la concesión de la Compostela a todos los peregrinos que acrediten haber peregrinado por esta ruta. Con esta medida, además, el Camiño da Geira e dos Arrieiros ha empezado a aparecer en las estadísticas oficiales de peregrinación bajo el epígrafe Braga C. G. A. (Camiño da Geira e dos Arrieiros). Así, en la estadística del mes de mayo aparecen registradas 114 personas que salieron de Braga o Castro Laboreiro para hacer el Camino y en junio figuran 44 con punto de partida en Braga, resto de Portugal, Ribadavia y Berán. Las estadísticas de julio aún no están disponibles.
Estadísticas de la partida
De todas formas, estos números no son realistas, porque las estadísticas se refieren solo a los peregrinos que acuden a recoger la Compostela a la oficina del peregrino y muchos de los que transitan por el Camiño da Geira no lo hacen. Los peregrinos del Camiño da Geira suelen ser caminantes que ya realizaron antes otros Caminos, por lo que muchas veces desisten de hacer colas para obtener una Compostela igual a la que ya tienen. Codeseda Viva les recomiendan que expidan el certificado de distancia. Mientras que la Compostela es gratuita, el certificado de distancia cuesta 3 euros. Sin embargo, en este sí figura el nombre del Camino realizado y desde donde. Al alcanzar el medio millar de peregrinos, las oficinas empezarán a difundir el Camiño da Geira como tal. Codeseda Viva espera que así suceda en 2020. Al tiempo, continúa con la tramitación del reconocimiento de la Xunta como Camiño Xacobeo, que va más lenta. Cuando lo consiga, será el quinto Camino en llegar directamente a Santiago. Los otros cuatro son el francés, el inglés, el portugués y la Ruta de la Plata. El resto, variantes.A la espera de ese reconocimiento, Codeseda Viva considera importante que se vaya señalizando el camino con la flecha amarilla o la concha de vieira en todos los municipios por los que pasa, una labor que correspondería a la Xunta y que podría hacerse previamente a la declaración como Camiño Xacobeo. Por otra parte, urge también desbroces a los concellos para hacer el tránsito más fácil. Beariz, por ejemplo, ha llevado a cabo trabajos de este tipo y en Forcarei se están acometiendo.
240 kilómetros por zona de montaña y con pocos hostales
El Camiño da Geira e dos Arrieiros es a la vez uno de los más auténticos y uno de los más complicados de cuantos llegan a Santiago. El Camino discurre en buena parte por zonas de montaña -como el área del Gerês, en Portugal, o el área montañosa de Castro Laboreiro- y sigue en parte una antigua calzada romana, con lo que el tránsito en bicicleta es complicado. En la zona del Ribeiro (Ribadavia) en verano aprieta el calor y la subida a Beariz es pronunciada. Además, existe muy poca oferta de locales para comer o dormir, lo que obliga a los caminantes a hacer etapas de 30 kilómetros. En muchas ocasiones, el caminante recorre esa distancia por monte sin atisbar una sola tasca.