Pontevedra (Redacción). A media mañana de ayer se produjo de forma inesperada un accidente mortal en las obras de construcción del puente de unión entre Vilanova y A Illa de Arousa, que causó la muerte del capataz y ocasionó heridas leves a otros trabajadores. El suceso causó un fuerte impacto en toda la comarca, por tratarse de un proyecto muy conocido y de amplia envergadura, y los responsables de la empresa constructora Ferrovial», no ocultaron posteriormente el nerviosismo y también el abatimiento que afectaba a todo el personal.

De acuerdo con las informaciones recogidas por este periódico, el accidente sucedió sobre las doce y media de la mañana, cuando un pequeño grupo de trabajadores pertenecientes al turno de mañana se encontraba sobre la plataforma que sostiene el tablero del puente,
De forma inesperada, y por razones no concretadas hasta el momento, la plataforma se desprendió y los trabajadores cayeron al mar, precisamente en la zona del Bao, donde está desarrollándose un plan experimental para salvar el marisco, que resultaría afectado por la construcción del mencionado puente.
Murió ahogado
Al parecer, el capataz de la obra, Fernando Martínez García, fue alcanzado por algún objeto o material de la construcción, que lo hirió y lo dejó inconsciente antes de que cayera al mar. Posteriormente, al no conseguir reaccionar, murió ahogado. En cambio, los restantes trabajadores que acompañaban al capataz cuatro en total parece que advirtieron el desprendimiento de la plataforma y se lanzaron al mar, y gracias a esos reflejos, salvaron sus vidas.
Hay que reseñar, por otra parte, la rápida intervención de una lancha de vigilancia de Inspección Pesquera de la Xunta, que recogió a los accidentados y los trasladó hasta el puerto de Cambados.
Un médico reconoció el cadáver del capataz, Fernando Martínez García y ordenó su traslado al depósito de cadáveres de Vilagarcía. Fernando Martínez García tenía 50 años, era natural de Asturias y ejercía como capataz. Hoy recibirá sepultura en Ortigueira.
Dos heridos
Otros dos trabajadores, Antonio Barreiro Cachafeiro y Ramón Antelo Agra, fueron trasladados con urgencia al hospital Montecelo», de Pontevedra. De acuerdo con las informaciones recogidas en dicho centro sanitario, ambos obreros resultaron con heridas leves y su estado general no ofrece motivo de alarma. Antonio Barreiro Cachafeiro es natural de Codeseda, en A Estrada, mientras que Ramón Antelo Agra es de La Coruña.
Teniendo en cuenta el nerviosismo que provocó el accidente, la empresa Ferrovial» no avanzó ayer por la tarde ninguna hipótesis en torno a las causas que provocaron el suceso, a la espera de recoger testimonios directos de todos los accidentados..
Marcha de la obra
En la actualidad, más de una tercera parte del puente de A Illa se encuentra ya construido, y hasta el momento la obra marchaba con toda normalidad. El puente, que casi tiene dos mil metros de longitud, se empezó a construir en octubre de 1982 y está previsto que se finalice antes del mes de octubre de 1985. El ritmo de construcción es constante cada quince días se avanza cincuenta metros debido al sistema de «<fibra autolanzable»> que se utiliza. Este puente es de tramo único, en forma de curva continuada. El tablero y la viga continua que forma el puente está apoyada en unos cuarenta y ocho pilares que cruzarán la ría de Arousa.
En el puente de A Illa trabajan unas sesenta personas, en turnos rotativos durante las veinticuatro horas del día, quince personas se dedican a la construcción y preparación de los pilares en el mar. Otros quince trabajan sobre el «tablero», veinte de «subcontratas», se dedican al cemento, al hierro y a otras labores de construcción, y los diez restantes son los responsables de administración y los técnicos.
Al pie del puente está instalado un «laboratorio o centro de seguimiento» que desarrolla una labor de control de calidad y vigilancia sobre el material empleado en la construcción. En el mismo puente se encuentran dos ingenieros y un topógrafo.
Noticia de La Voz de Galicia del 10/10/1984