La Diputación optó ayer por flexibilizar su postura sobre la anulación de obras adjudicadas en carreteras provinciales y en las que los terrenos no están a disposición de las empresas para poder empezar los trabajos.
El vicepresidente, José Manuel Figueroa, anunció ayer que dará una «última» oportunidad a los siete concellos afectados antes de anular las mejoras previstas, entre ellas las aceras de A Sagrada en Codeseda, pendientes desde el 2007 y con 226.000 euros de inversión.
Figueroa afirmó que el organismo provincial se propone agotar «unha última vía para ver a posibilidade de continuar con esas obras». El dirigente provincial anunció para la próxima semana «unhas xuntanzas a nivel político-técnico para intentar resolver» el problema de los terrenos. «Se nun prazo prudente non se resolve, haberá que rescindir os contratos», señaló sin fijar un límite concreto de tiempo.
Las manifestaciones de ayer son menos contundentes que las efectuadas hace unas semanas por el propio Figueroa. Entonces señaló que se procedería «á resolución dos contratos» de mejora de las carreteras y travesías en aquellas obras en las que no estuviesen los terrenos a disposición del ente provincial en un plazo «razoable».