Jorge Fernández Guerra, de la asociación Codeseda Viva está en racha. Acaba de sumar 5 nuevos hallazgos arqueológicos seguros y otros cinco posibles.
En la parte alta de Marcenlos (Codeseda – A Estrada) descubrió un petroglifo con una inscripción cuadrangular. También halló cerca una cruz de cantero. La zona es la misma en la que se ubica el Castro de Marcenlos y que, con el río Umia en medio, queda enfrente del castro de Trocastello.
El hallazgo ya ha sido presentado al Alcalde de A Estrada, José López, y al edil de Turismo, Óscar Rancaño, quienes se mostraron muy interesados en poner en valora estos descubrimientos, que además quedan muy cercanos a la ruta de senderismo que está en proceso de homologación.
En Cequeril ha localizado 3 cazoletas.
En Souto detectó otros dos petroglifos. La primera inscripción pétrea consta de un círculo-laberinto central, un círculo con una cruz inscrita en su parte superior derecha y lo que, a juzgar por el dibujo y el tacto de la piedra, entiende que es una serpiente enroscada. Muy cerca del río halló otro claro petroglifo con un motivo muy similar al encontrado por González Alén en Lalín hace semanas: una especie de figura humana. En este caso tiene una especie de rabo enroscado.
En Cuntis, localizó un nuevo petroglifo en Cequeril con 3 cazoletas y en Mesego, otro de tipo cuadrangular como dos que ya había descubierto en Cequeril, muy similares a los que ya se conocían en esa aldea, en el Monte do Galiñeiro.
Como posibles petroglifos apunta a otros cinco. Uno en Marcenlos simularía la figura de un hombre con líneas rectas y una cabeza redondeada. En Souto, halló varias líneas paralelas no equidistantes y sobre una gran piedra, una cazoleta. En Cequeril detectó líneas que ve difícil que causase la erosión. Añade otros dos, en Barro y Sabucedo. En estos cinco casos se muestra cauto y aboga por que los estudie Patrimonio.
Estos hallazgos no son casuales. A este profesor de Cociña e Pastelería en Lamas de Abade y autor de la web de conina saboresdehoy.com, le gusta pasear por el monte y escudriñar las piedras en busca de inscripciones realizadas por la mano del hombre hace siglos.
Texto basado en una noticia de Silvia Pampín publicada en Faro de Vigo el 20/03/2016 y en las explicaciones de Jorge