El atractivo del Reto Codeseda-Sabucedo le ha granjeado en los últimos meses incondicionales que conocen el trazado casi tan bien como sus impulsores: la propia Codeseda Viva, Rapa das Bestas y el Concello, que impulsó la homologación del trazado que discurre por bellos parajes naturales como la Fervenza das Quintas, las orillas del Umia o zonas de molinos, el Santuario da Grela, la iglesia románica de Codeseda, el curro de Sabucedo y los montes en los que habita la yeguada de la Rapa.
Estos atractivos hacen que el sendero PR-G 197 siga atrayendo senderistas de toda Galicia. Ayer mismo recibió un nuevo grupo procedente de Arteixo. En este caso, optó por una de las dos variantes reducidas del trazado completo. Mientras que este suma 30,3 kilómetros, existe la posibilidad de realizar una variante de 20 kilómetros en torno a Sabucedo y también la de recorrer la versión más corta del tramo, que suma 16 kilómetros por el entorno del Umia y Codeseda. Esta fue, precisamente, la opción elegida ayer por 45 senderistas de Arteixo, de entre 30 y 65 años, que suelen salir al monte una vez al mes y que eligieron la ruta de Codeseda por su proximidad a A Estrada, localidad que uno de los senderistas en cuestión conoce bien por su proximidad a la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp). Con esta visita se eleva a medio centenar el número de grupos recibidos en la zona desde la primera vez que se recorrió el trazado como tal, en febrero de 2016.
Como otros grupos, también este generó actividad económica en Codeseda, uno de los principales objetivos que se marcó Codeseda Viva al impulsar la definición de la ruta. Suele pasar, explican desde el colectivo. Muchos de los senderistas prefieren comer, sin coger el coche o el autobús, nada más acabar de andar.
Pero en Codeseda no hay infraestructura hostelera adecuada para atender a grupos grandes. De ahí que a menudo se les derive a restaurantes de A Estrada. De este modo, el turismo de naturaleza en Codeseda y Sabucedo también repercute positivamente en otros puntos del término municipal estradense.
Es un aspecto que Codeseda Viva valora positivamente y que estima que podería incrementarse en los próximos años. Pero, como Rapa das Bestas, ve perjudicial para ello el proyectado asentamiento en la zona del parque eólico Pico Touriñán, cuyas obras Endesa proyecta iniciar en el segundo trimestre de 2019.
Limita con la parte alta de la ruta. Y a Codeseda Viva no le gusta. Entiende que les perjudica. «no es lo mismo caminar por un paraje natural que por donde hay pistasy actividad industrial e incluso el zumbido de aerogeneradores cuando se ponga en funcionamiento el parque eólico. «No es relajante», apunta. «El senderismo busca estar en contacto con la naturaleza» y el parque eólico «no es nada natural» sino «una actividad industrial» que podría colisionar con el atractivo turístico del Reto Codeseda-Rapa das Bestas.
Texto basado en una noticia de Silvia Pampín publicada en Faro de Vigo el 26/11/2018