Directivos de la asociación de vecinos de A Sagrada se personaron ayer en el Concello para hacer entrega -con el propósito de que lleguen el alcalde- de una serie de documentos que probarían que las polémicas franjas que se precisan para acabar las aceras no dejan ser parte de los terrenos público de la feria.
Esos papeles podrían facilitar la ocupación, sin más, de esas franjas.
El colectivo vecinal consiguió copias de dos documento, uno de 1927 y otro de 1936, sobre ventas o particiones familiares de unas propiedades que hoy ocupan las dos viviendas de los vecinos que no quisieron aportar las franjas para las aceras.
Según probarían esos dos documentos, el límite de las propiedades a las que aluden acabaría en las puertas de las casas, ya que allí empezaban los terrenos públicos de la feria. No se alude a franjas, de tres o cuatro metros de anchura de propiedad privada delante de las fachadas.
La directiva del colectivo vecinal cree que estos documentos siempre tendrán más peso que otros que podrían mostrar los dos afectados sobre herencias en las que se cite a esas franjas. Entiende que no se puede dejar en herencia algo que no se ha comprado, ni registrado, sin existir documentos al respecto.