La Cruz da Grela corona el monte del mismo nombre. En la explanada que se abre a sus pies confluyen los caminos que avanzan hacia distintos lugares de la parroquia de Codeseda. En este punto se celebraba hace muchos años un encuentro que el empuje vecinal ha podido recuperar como acontecimiento religioso y social, enmarcado en las celebraciones en honor a la Virgen de Guadalupe. Está claro que estos pasos por el monte dejaron profunda huella y el Encontro da Cruz da Grela volvió a lucir en la tarde de ayer con toda solemnidad.
A media tarde de ayer, aun cuando el cielo quería insinuar lluvia, los santos salieron en procesión de la iglesia de Codeseda, acompañados por muchos vecinos y visitantes y arropados por la música de la Banda de Música de Forcarei. Media hora después, la talla de la Virgen de Guadalupe salía de la capilla de A Grela, acompañada de las imágenes de Santa Rita de Cereixo, San Juan de Liripio San Ramón. Todos ellos avanzaron por los montes de la zona para asistir a su cita de las 19.00 horas en la Cruz da Grela, donde los santos fueron haciendo reverencias a la Virgen.
Aprovechando que el calor no agobiaba para caminar por el monte, fueron muchos los que no quisieron perderse la particularidad y vistosidad de esta procesión y encuentro en este alto enclave de la geografía estradense, reviviendo una tradición que hacía llegar hasta estas tierras a muchos devotos de la Virgen de Guadalupe y, concretamente, a muchas personas procedentes de pueblos marineros.
Junto a las clásicas reverencias ante la Virgen, no faltaron las poesías de los niños del catecismo ni las ofrendas de flores. Seguidamente, comenzó el regreso a la capilla de A Grela para la celebración de la misa cantada. A las 21.00 estaba prevista la entrega de premios a los niños que elaboraron los poemas, actos seguidos de un concierto a cargo de la Banda de Gaitas de Forcarei, justo antes de que empezase la cena y la verbena.