La sucursal de Caixanova de A Sagrada fue escenario durante la mañana de ayer de un robo a punta de cuchillo que se saldó sin heridos, con un botín escaso y un hombre detenido como presunto autor del delito.
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 10.45 horas, cuando un hombre vestido con un chándal y con el rostro cubierto por un pasamontañas se coló en la oficina de la entidad financiera. El hombre aprovechó la entrada de una clienta que pulsó el botón para solicitar la apertura de la puerta. Después de que desde el banco autorizasen la entrada de la joven y antes de que la puerta se cerrase por completo, el hombre sujetó la manilla y entró en la oficina al mismo tiempo que la mujer.
Una vez dentro, el ladrón se dirigió directamente al único trabajador que se encontraba en ese momento en el banco y lo intimidó con un cuchillo de cocina, pidiéndole que le entregase el dinero disponible para cambio en el mostrador. El trabajador hizo entrega de los fondos a su alcance y del dinero propio que llevaba en los bolsillos. El ladrón pidió además la apertura de la caja fuerte, pero desistió de su idea cuando el empleado le advirtió que el proceso resultaba lento por los sistemas de seguridad existentes y que entretanto llegaría más gente.
El ladrón huyó con un botín que, según los datos ofrecidos ayer por la Guardia Civil, ascendía a 190 euros. El atracador no llegó a agredir ni al trabajador ni a la clientela del banco. En el momento del suceso en la oficina se encontraba únicamente una mujer que fue testigo de todo el episodio. La que entró en el banco junto con el ladrón escapó acto seguido asustada.
Tras el robo con intimidación, el ladrón huyó a pie y la Guardia Civil montó un dispositivo de búsqueda. En torno a las 13.00 horas los agentes localizaron en una pista forestal de la parroquia a un hombre que respondía a la descrición dada por los testigos y que fue detenido.
El detenido es J. M. C. A., un vecino de Vigo de 49 años, con antecedentes por robos en diversas localidades pontevedresas y que acababa de salir de prisión hace escasos días tras haber cumplido una condena anterior.
El hombre, que se negó a declarar ante la Guardia Civil, fue trasladado a los calabozos de Pontevedra en los que permanecerá hasta ser puesto a disposición judicial. Previsiblemente prestará declaración hoy ante la jueza estradense.