Al alcalde estradense se le está rezagando demasiado la solución que se precisa en un conflicto que, originalmente, no le correspondería pero que, por la demora que acumula, se le acabará adhiriendo como un parásito.
Y ocurre en un territorio donde el PSOE obtuvo siempre bastantes votos. Se trata de las aceras de A Sagrada, con una paralización de las obras cuando faltaba poca tarea y con un problema vecinal porque muchos entendieron que las beirarrúas no iban a seguir, en un tramo de 50 metros, un trazado lógico para favorecer a dos vecinos que tienen delante de sus casas unos terrenos libres.
Diputación y Concello, que firmaron un convenio para ejecutar estas obras, llevan más de medio año devolviéndose la patata caliente.
José A. Dono acudió ayer a la Diputación para desatascar el problema. Se entrevistó con el vicepresidente de la Diputación responsable del área de Vías y Obras, José Crespo. A su regreso a A Estrada, Dono explicó que se alcanzó un acuerdo que debe resultar definitivo. La Diputación modificará el proyecto, con algún cambio en ese tramo de más de 50 metros. También reafirma el ente provincial que se hará el resto de la obra que quedó pendiente.
La modificación será realizada por los técnicos de la Diputación. A Estrada le dará el visto bueno, y en ese momento el gobierno estradense, viendo el terreno que se precisa, tendrá que analizar cómo conseguirlo.
Hace algunos meses, se planteó una modificación siguiendo recomendaciones estradenses, siempre para crear aceras en ese tramo y evitar, en lo posible, conflictos con los dos vecinos que no querían aportar las franjas en esos 50 metros.
Pero la idea concreta fue rechazada por los vecinos. Argumentaron que no se podía favorecer a dos familias, cuando todos los demás cedieron gratuitamente los terrenos. Incluso algunos no estaban de acuerdo ni con las expropiaciones, pagando por la superficie. Presentaron viejos documentos que demostrarían que esos terrenos libres delante de las casas eran de dominio público. Pero los dos afectados también tienen documentos que demostrarían lo contrario.
En todo caso, viendo que una modificación amistosa o hecha en A Estrada no es viable, Dono y Crespo se pusieron de acuerdo en elaborar una modificación formal del proyecto. El Concello le dará el visto bueno y luego examinará un expediente en el que se ya se trabaja para saber si el terreno o franja en cuestión es pública o privada. En el segundo caso, solo cabría la expropiación si no hay acuerdo previo.