Por vez primera en su reciente historia, la Diputación guardó en un cajón esta semana la propuesta de la mesa de contratación para adjudicar una obra por no tener los terrenos a disposición. La medida, aplicada en un caso en Marín, se extenderá ahora a la contrucción de las aceras en A Sagrada, que se iniciaron en el 2007 y cuentan con una inversión de 226.000 euros.
El origen del problema es la cesión de dos fincas sin las que las aceras no podrían construirse en línea recta. El asunto generó en su día un conflicto vecinal entre los partidarios de las aceras rectas y los de las aceras con quiebros para evitar las fincas polémicas.
El Concello llegó a promover un referendum parroquial el mes pasado para solucionar la cuestión. Ganaron los partidarios de las aceras rectas, pero ahora la Diputación amenaza con echar por tierra cualquiera de las opciones anulando el contrato y castigando sin aceras el desentendimiento vecinal.