Hace menos de un mes la Xunta de Galicia sacó a concurso las obras de mejora de dicho vial, por un importe de 1,3 millones de euros. Este presupuesto será para el asfaltado, pero sin anchear tramos nin eliminar ninguna de sus cincuenta peligrosas curvas.
Con esa obra, la Xunta se olvidará durante otros quince años de esta importante vía de comunicación, que desde siempre fue la salida natural hacia Pontevedra y Vigo, y en la que difícilmente se podrán cruzar un camión y un automóvil sin que uno de ellos se vea obligado a detenerse.