La Consellería de Medio Rural afirmó ayer que las obras de la concentración parcelaria de Codeseda, en A Estrada, que el pasado martes provocaron un vertido de tierra y lodo al río Umia que afectó a la captación de agua potable de Cuntis, se ajustan «á legalidade vixente».
El departamento que dirige Alfredo Suárez Canal cuestiona la versión ofrecida por la Consellería de Medio Ambiente, que señaló que los trabajos no tienen autorización de Augas de Galicia, lo que motivó la apertura de un expediente sancionador por acometer obras «sen autorización» en una zona próxima al cauce «e con afección do dominio público hidráulico».
La tesis de Medio Rural es que las actuaciones de la concentración parcelaria de Codeseda cuentan con el preceptivo estudio de impacto ambiental, realizado por esta consellería, de acuerdo con la normativa que rige para las concentraciones que se hicieron antes del año 2001. Lo que no aclara es por qué la Dirección Xeral de Estruturas e Infraestruturas Agrarias solicitó entonces autorización ambiental de Augas de Galicia, un trámite que todavía no se resolvió.
Medio Rural pidió, no obstante, un informe a la empresa adjudicataria (UTE Dago Atlántica) para conocer si existe o no relación directa entre las obras y el vertido. En todo caso, este departamento sostiene que el desencadenante del aporte de tierra y lodo al Umia estaría motivado por una «situación climatolóxica extraordinaria», como fueron las lluvias torrenciales caídas el pasado lunes por la noche. El motivo aludido es que los trabajos de la parcelaria de Codeseda se iniciaron en verano y hasta ahora no se registró ningún incidente.
La consellería puso a disposición del Ayuntamiento de Cuntis cualquier servicio o apoyo que necesite para recuperar la normalidad en cuanto al uso del agua procedente del río Umia.
Por su parte, fuentes de la Sociedade Pública de Investimento (SPI) indicaron ayer que la obra fue adjudicada en septiembre del 2007 y cuenta con todas las licencias precisas para su ejecución. A raíz del vertido, personal de la SPI y la empresa inspeccionaron la actuación, que comprende 54 kilómetros de caminos.
A diferencia de lo que sostiene un informe de Augas de Galicia, que sitúa el punto de vertido en el paraje conocido como As Terzas, en Marcenlos (Codeseda), fuentes de la SPI apuntaron que no se identificó «un origen concluyente». Pese a ello, añadieron que si se demuestra una relación causa-efecto la responsabilidad recaería sobre la UTE, que tendría que hacerse cargo de los daños.